Imagina que tienes completa libertad para estructurar una hora de tu día de trabajo para tu máxima productividad y felicidad. ¿Trabajarías ininterrumpidamente en un solo proyecto o partirías la hora en pequeñas fracciones, una para una llamada a un cliente, una para mirar tu correo, etcétera? Si fueras como la mayoría, elegirías esta última. Pero no te harías ningún favor.
De acuerdo con un estudio de los profesores de la Universidad Duke Fuqua de Negocios y la Universidad de Pensilvanya Wharton School, generalmente asumimos que la multitarea nos hará más felices que centrarnos en una única actividad. Y es verdad, más o menos.
“Nos han dicho muchas veces que la variedad es la chispa de la vida, la clave de la felicidad”, dicen, “Pero no siempre experimentamos positivamente la variedad”.
En un experimento, los investigadores instruyeron a algunos estudiantes de la Universidad a gastar una hora estudiando para varias clases diferentes y a otros para estudiar para una sola clase. Cuando la hora terminó, el primer grupo se sentía menos productivo y por tanto, menos feliz que los del segundo grupo.
Los investigadores dedujeron que todo se reduce a cuán productivos nos sentimos. Llevar a cabo varias tareas por tiempos reducidos es “costoso en términos de recursos cognitivos”, esto hace que nos estresemos y limita nuestra habilidad de trabajar mejor en las tareas individuales. “Incluso si cumplimos con lo que hemos establecido, no nos sentimos productivos”
Por supuesto, la solución fácil sería dividir el día en parcelas de una hora en los que nos centraríamos en una sola cosa. Pero pocos de nosotros tenemos la libertad de hacerlo, menos cuando el jefe necesita un proyecto en 15 minutos y hay 12 e-mails urgentes en nuestro correo.
Afortunadamente, los investigadores sugieren un truco psicológico muy sencillo para sobrellevar este problema: si estás obligado a llevar a cabo varias tareas a la vez, organízalas mentalmente en una sola categoría.
Así, por ejemplo, mientras respondes a los e-mails y acabas el proyecto, piensa que todo está relacionado. O puedes imaginar que todas estas tareas te ayudan a ser promocionado. Simplemente reduciendo la percepción de variedad de tareas, sin cambiar nada, es suficiente para sentirnos más productivos y, por tanto, más felices.
Entonces, cuando tengas un domingo entero para gastar en lo que quieras, puedes ir al gimnasio, cocinar, socializar…una receta para sentirte feliz y con energía cuando vuelvas el lunes a la oficina.
